En el corto plazo, la Compañía tiene la intención de dedicar los flujos de efectivo generados para continuar con el crecimiento del negocio. La Compañía no planea distribuir dividendos durante los próximos tres años. A la fecha de este Prospecto, la Compañía aún no ha establecido una política específica de dividendos. Después del periodo mencionado, la Compañía evaluará si introduce una política de dividendos, dependiendo de sus resultados futuros y necesidades de financiamiento.
La capacidad de la Compañía para distribuir dividendos dependerá de una serie de circunstancias y factores, incluyendo (pero no limitándose a) la cantidad de beneficios y reservas distribuibles, sus planes de inversión, ganancias, nivel de rentabilidad, generación de flujo de caja, restricciones legales aplicables al pago de dividendos (tanto para la Compañía como para cualquier entidad del Grupo), cumplimiento de los convenios en instrumentos de deuda, como nuestro financiamiento de proyectos (que restringe nuestra capacidad para realizar distribuciones a nuestros accionistas), el nivel de dividendos pagados o acciones recompradas por otras compañías comparables cotizadas que operan en España, los requisitos considerados por las agencias internacionales de calificación crediticia para asignar calificaciones de grado de inversión y otros factores que el Consejo de Administración o la Junta General de Accionistas consideren relevantes de vez en cuando. En este sentido, el pago de dividendos generalmente es propuesto por el Consejo de Administración y debe ser aprobado por la Junta General de Accionistas.
[1] Los convenios en dichos acuerdos de financiamiento de proyectos restringen la capacidad de las sociedades de propósito específico (SPV) correspondientes para distribuir fondos a la Compañía, a menos que se cumplan umbrales financieros específicos en fechas determinadas.